martes, 20 de septiembre de 2011

A la cabeza

En el subsuelo cae el hedor de la muerte
Pájaros que baten sus alas en la noche
Sangre de infiernos que arde en su clamor
Fantasmas que al oscurecer te recuerdan que nunca se fueron
Sombras y crujir de huesos secos

Tu mente queda atrapada en imágenes de ayer
Minas que hacen explotar tu interior
Peces que nadan y nunca alcanzas
Flores de loto que abren para que veas mas allá

Tambores en tu corazón y angustia de tu alma
Ansiedad de ruido sin llegar a escuchar tu voz
En mi mente hay clavos de hierro que hacen no pensar
No distingo el árbol del amanecer

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